Prostituta televisiva

Una prostituta es aquella persona que ofrece actividades sexuales a cambio de dinero o bienes. A pesar de que el término nos lleve a pensar en aquellas mujeres de moral distraída que ofrecen sus servicios en las rotondas del extraradio de las ciudadeso en clubs de alterne, el concepto de prostitución va mucho más allá y podemos encontrar muchos grupos o tipos a la hora de ejercerla.

Hoy vengo a hablaros de uno de los tipos más comunes: La prostituta televisiva.

A pesar de que este modelo pueda parecer relativamente nuevo este tipo de prostitución se lleva usando desde hace muchos años. ¿Quién no recuerda las famosas Mama Chicho? Almenos y por aquellos tiempos, las cadenas de televisión tenían la decencia de poner imágenes picantes en horarios nocturnos y alejados de la programación infantil.

A día de hoy, todo vale para conseguir audiencia y las productoras se han dado cuenta que sale más rentable poner en pantalla a una chica de buen ver y con poderosas razones, antes de gastar el dinero en un buen equipo de guionistas. ¿El resultado? Programas malos con toques eróticos que salvan la cuota de pantalla.  Objetivo cumplido. Pero... ¿donde queda la dignidad de las chicas? Millones de mujeres luchando de forma anónima por la igual entre sexos y mientras y desde la pequeña pantalla, con el poder mediático que ello supone, varias chicas no dudan en mostrar sus encantos por exigencias del guión. 

Como hombre heterosexual no negaré que tanto Cristina Pedroche, Anna Sinón o Ares Teixidó me alegran la vista, es más, si desde aquí me leen que sepan que no me importaría amanecer a su lado. Sin embargo y como profesional en paro en la profesión del guionizaje me causa una gran repulsa ver lo que se lleva hoy en día en televisión. Pero lo que es peor, a donde están dispuestas a llegar estas chicas por un sueldo (espero que alto), que y a pesar de su más que probable talento como profesionales, no dejen de mostrarse cuales marionetas sexuales al servicio de productores sin escrúpulos ávidos de dar al populacho su ración de erotismo diario. Separemos las cosas. Ya somos todos mayorcitos y si queremos ver porno o erotismo tenemos numerosos portales para tal efecto. Mezclar no siempre es bueno, y sino haced la prueba con el whisky y el ron. Así es como se me queda el cuerpo al ver a estas prostitutas televisivas (con todo mi respeto hacia ellas).

Ante esto me quedan unas cuestiones que plantear:

• ¿Son estas chicas conscientes de su papel de prostitutas televisivas?
• ¿Qué piensan al saber si que su papel supone un retroceso en la lucha contra la igualdad de sexos?
• ¿Qué piensan de que su trabajo como profesional se centra únicamente en el tamaño de su escote? ¿Qué expectativas pueden tener?
• ¿Qué pasará cuando pasen los años y ni los wonderbra disimulen la entrada de años?