Aunque apenas hayan pasado 20 años de estrategias de ligue han cambiado totalmente si comparamos la actualidad con los años 90'. Vamos a descifrar el modus operandi de ambas épocas. A ver que sale:

- En los 90', cuando alguien te gustaba te sonrojabas al ver a esa persona y sentías mariposas en el estómago.
- Ahora siento como los jovenes hablan con la personas que les gustan como si lo hicieran con el panadero.
- En los 90', la única forma de hablar con esa persona era en directo o a través de teléfono fijo. A finales de los 90 se normalizó el uso de los teléfonos móviles en los más jovenes, con el Alcatel One Touch Easy como gran referente. ¿Quién de vosotros no ha recibido un mensaje de amor a ese móvil? Si la respuesta es no... ¡no has tenido infancia!.
- Ahora puedes comunicarte con esa persona por Messenger, Tuenti, Facebook, Twitter, SMS, WhatsApp o Chat Blackberry entre otras. Después existe otra forma cada vez menos usada por la población. Si, esa es hablar en persona.
- En los 90' tenías que ingeniártelas para encontrar un lugar íntimo para el ligoteo. En muy pocas ocasiones podías utilizar las casas particulares, ya que era algo que podía estar mal visto entre la familia y vecinos.
- Ahora las parejas quedan en casas particulares y solo falta que los padres les lleven la botella de cava a la cama.
- En los 90' las relaciones solían ir marcadas por fases: Dar la mano, beso, morreo, (la ostia de tiempo), cosas mayores.
- Ahora imperan las prisas a la hora de culminar las fases y por ende, se pierde la magia.
- En los 90' dábamos el primer beso jugando al juego del conejito.
- Ahora lo dan al juego de la botella, borrachos y fumados.
- En los 90' muchas discotecas ofrecían una gala para jovenes a partir de los 14 a 16 años y que duraba hasta las 12 de la noche.
- Ahora los jovenes falsifican el DNI para entrar en discotecas para mayores de edad y terminar la noche bien entrada la mañana. Borrachos y fumados.
En conclusión, echo de menos los rituales del cortejo de años atrás donde todo era más pausado y más especial, donde las mujeres eran díficil de conquistar y el hacerlo suponía toda una gesta para el chico. Pero sobretodo, porque el ligoteo era en persona, en riguroso directo. Un buen momento para demostrar la magnitud de tus pelotas y aguantar estoicamente el tipo, aunque por dentro te estuvieras muriendo de la vergüenza. Quizás por ello y como dijo Melendi en una canción, aquellos que vivimos la generación de los 90' tenemos los cojones de un tamaño que va acorde al de nuestro corazón.
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